LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA GLOBAL AFECTA AL SUR.

La inseguridad alimentaria está definida como: “es el estado que sufren las personas que, por culpa de no tener una dieta adecuada, no pueden mantener una vida sostenible”[1]. Desde el 2019 a la fecha, la cantidad de personas que sufren hambre en el mundo se ha elevado de 613 millones a 735 millones de personas[2]. Además, 900 millones de personas tienen problemas directos relativos a la falta de seguridad alimentaria. Definitivamente, el mundo no conseguirá la meta de hambre cero sostenida por el PNUD, para el 2030 y enfrenta una severa crisis alimentaria global. Son aproximadamente 282 millones de personas en África, 418 millones en Asia, y, 60 millones de personas en América Latina.

Los “focos rojos” detectados con una crisis severa en esta materia son Burkina Faso, Mali, Palestina, Sudan y Sudan del Sur. Otros países, mantienen una situación grave como Afganistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Haití y Pakistán (https://docs.wfp.org/api/documents/WFP-0000153539/download/). En nuestra región latinoamericana, la situación de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, son complejas en este sentido. Pese a que entre 1990 y el 2015, América Latina fue la única región en alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir la proporción de personas con desnutrición a la mitad, la situación de inseguridad permanece: aproximadamente 267 millones de latinoamericanos viven en inseguridad alimentaria.

Así, la seguridad alimentaria del planeta se encuentra en serio riesgo por la convergencia de un número de factores que son determinantes en su crecimiento.

  1. Distribución inequitativa de recursos entre el Norte hiper desarrollado y un Sur global cada vez más lejos de resolver los problemas sociales y económicos de su población. Entre otros, los términos de intercambio comercial entre materias primas y productos terminados, es injusta y asimétrica para países productores.
  2. La guerra en Europa y las consecuencias directas e indirectas del sistema de sanciones aplicados a los países productores de granos y fertilizantes, afectan los precios de los granos importados (trigo), así como en la mejora de la agricultura nacionales, impactando negativamente sobre la capacidad de los países del Sur en garantizar alimentos a su población. Otras medidas, como políticas comerciales restrictivas o la imposición de diverso tipo de limitaciones y prohibiciones son perjudiciales para un adecuado suministro.
  3. La afectación de los alimentos genéticamente modificados, los intereses de los grandes emporios trasnacionales. Resultan siendo una competencia desleal para la pequeña agricultura familiar en el Sur.  
  4. La crisis climática genera cambios que afectan el ciclo natural de la producción agrícola y ello termina produciendo sequías/inundaciones, degradación de suelos, escasez de agua, todos los cuales, afectan en la reducción en la producción de alimentos.

Lamentablemente, una revisión transversal de las soluciones que plantean los organismos internacionales y la academia, no apuntan a los problemas de fondo sobre las condiciones de acceso a la agricultura y los alimentos en el mundo que son absolutamente dependientes de los factores que aquí hemos mencionado.


[1] https://www.accioncontraelhambre.org/es/inseguridad-alimentaria-causas

[2] informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI), FAO.

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