UNA NUEVA CARRERA ARMAMENTISTA.

Por Ricardo Soberón

En estos meses de cambio de formato para nuestro blog NOIhttps://nuevordeninternacional.com/, de algunas tendencias eremos dar cuenta de algunas tendencias preocupantes, otras no tanto, del escenario internacional.

El primero de ellos se refiere al incremento de la competencia armamentista en el mundo, en la producción, la tecnología, pero también en las transacciones comerciales especialmente desde el Norte hacia el Sur. Es el fiel reflejo del dilema de la seguridad de la escuela realista: me armo para protegerme de otros, y esto se replica en los otros países, generándose una espiral de desconfianza y rearme que solamente interesa a los vendedores como: Lockheed Martin, RTX, Northrop Grumman, Boeing, General Dynamics, Airbus, Norinco.

La guerra de más de tres años en Ucrania es un factor de incremento en el uso de viejos y nuevos equipos y plataformas militares, como es el caso de la aparición de los drones y la inteligencia artificial; pero así también lo reflejan el enorme flujo de armas de EE. UU y Europa a las fuerzas armadas ucranianas. El otro factor es el asedio y la masacre contra Gaza: EE. UU y Reino Unido son grandes suministradores de armas a Israel. El SIPRI señala que el 2021 por primera vez se pasó el umbral de los US$ 2 billones en gasto militar global: 2,113 millones[1]. Según un estudio de la Universidad Brown[2], EE. UU ha gastado solo en el período 2024/2025, US$ 30 billones en ayuda militar a Israel y operaciones en el Medio Oriente. Por otro lado, es el país que más invierte en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías militares: da cuenta por sí solo, del 38% del gasto mundial.

Otra arista del problema ocurre en nuestra región. Las ventas de aviones de cuarta y quinta generación de países occidentales a Brasil, Colombia, Argentina y Perú son un ejemplo de ello. Por otro lado, la renovación de equipos y sistemas no solo entre países productores de armas sino también entre potencias intermedias (algunas de ellas en conflicto, como Paquistán e India, o en peligro de estarlo, Camboya y Tailandia). Agregado a ello, tenemos el aumento del riesgo del umbral nuclear, sea por el debilitamiento de los regímenes existentes (control de misiles balísticos intercontinentales), o sea por un evidente aumento de la proliferación de obtención de tecnología de enriquecimiento de uranio y producción de artefactos nucleares. 

PAISES DE LA OTAN: GASTO MILITAR % del PBI.

 PoloniaAlemaniaTurquíaFranciaCanadáEspañaSueciaEE. UU.
20141.881.191.451.821.010.921.063.71
20244.122.122.092.061.371.282.143.38

 Fuente: OTAN, 2024

El otro factor relacionado es que los países del mundo medianamente desarrollados también aumentan su industria y gasto en defensa, como es el caso de la industria turca. Otro factor preocupante es el posible retorno a una carrera armamentista. Pero a diferencia del pasado de la Guerra Fría, esta nueva carrera tecnológica se puede dar dentro de los países del bloque del Este (China Rusia), como del Oeste (Francia, Suecia, EE. UU). Ahora las carreras armamentistas son atizadas por el libre mercado. Al cierre de este artículo se conoció de la explosión de un arsenal de municiones militares en Tennessee EE. UU., que causó la muerte de 16 civiles. Esta es otra de las consecuencias de una carrera de acumulación, dispersión, mejora de armamento y munición de distinto tipo en el mundo.

Otra forma que estamos evidenciando sobre excesiva militarización, es el aumento de los casos de sobre uso de los estados domésticos de conmoción[3], que conllevan a una militarización de facto en varios territorios latinoamericanos: son muy frecuentes en algunos países latinoamericanos para abordar la inseguridad, así como la conflictividad social recurrente: México, El Salvador, Honduras[4], Colombia, Ecuador, Perú. Un caso particular es el de la devastada Haití, donde se ha reemplazado la Misión Multilateral de Apoyo para la Seguridad por una Fuerza de Supresión de Bandas Criminales, integrada por más de cinco mil policías y militares extranjeros. En el caso de América Latina, además, debemos agregar la existencia de un gran mercado negro de armas cortas, armas de defensa personal e incluso armas de guerra, que surten las organizaciones criminales en la región.

En definitiva, el mundo no aprende. Sostiene las mismas tendencias de desconfianza y egoísmo. La conformación de un nuevo orden internacional requiere de medidas mucho más drásticas para alcanzar un nivel de equilibrio hacia un desarme global.


[1] https://www.sipri.org/media/press-release/2022/world-military-expenditure-passes-2-trillion-first-time

[2] https://costsofwar.watson.brown.edu/sites/default/files/2025-10/U.S.-Military-Aid-to-Israel_Hartung_Costs-of-War-Quincy_Oct-7-2025.pdf

[3] https://acleddata.com/report/do-states-emergency-caribbean-suppress-gang-violence-or-spread-it-cases-jamaica-and-trinidad?utm_source=ACLED&utm_campaign=7327b74c36-EMAIL_CAMPAIGN_2018_09_21_06_50_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_26a454684a-7327b74c36-516159425

[4] https://insightcrime.org/es/noticias/gobiernos-latinoamericanos-siguen-apostando-estados-excepcion/

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *