Por Ricardo Soberon
Ante una situación de ruptura definitiva de décadas de globalización en el mundo, liderada por el libre mercado norteamericano. El problema de la incertidumbre que vive el mundo cruza varios vectores en política, comercio y seguridad. Algunos hablan del “fin de las certezas multilaterales” (Benner, 2019)[1]. Acaso, ¿existe la posibilidad de encontrar utilidad en viejas plataformas de la época de la Guerra Fría para producir acercamientos entre Occidente y Rusia, como puede ser el caso del Acta Final de Helsinski en el marco de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa? Por lo menos, lo que es Trump, desea una multilateralidad que responda a sus intereses bilaterales o individuales[2]
Se produce la relativa perdida de importancia de toda la arquitectura institucional encargada de hacer la paz en el mundo[3], frente a un proceso de expansión de distintas formas de violencia que ocurren en el mundo y que escapan al control de los Estados, y que tienen similares costos al de la guerra. Es el caso de la existencia de distintos grados de conflictiva sobre recursos como la tierra y el agua dulce en África, Asia y el Medio Oriente.
La aparición del concepto de multilateralismo mercenario, la idea de nadie sabe para quien trabaja en materia de relaciones internacionales. Esto ocurre tanto en los grandes escenarios globales, como en los escenarios medianos y pequeños como el latinoamericano. Así por ejemplo sucedió con las negociaciones arancelarias entre la India de Modi y el gobierno de Trump que le impuso aranceles de 25% como penalidad por haber comprado petróleo ruso[4]. Mientras tanto, la Cancillería peruana habla de neutralidad activa, la verdad es que la comunidad internacional lo que debe buscar son formas de multilateralismo mas equitativo, horizontal y democrático, para enfrentar situaciones críticas como la cuestión ambiental, el cambio climático o la seguridad alimentaria en el planeta.
Estamos ante una evidente pérdida de interés y fuerza de los Estados nación en el escenario internacional, a costa de actores no estatales de escala global (el movimiento ambiental), regional (grupos islamistas diversos), o de escala doméstica (como las ONGs). El debilitamiento y fragmentación del bloque occidental puede observarse en la relación con UE, con la OTAN y con el G 7. El equilibrio de pulso entre EE. UU. y China en el último capítulo de la guerra arancelaria: Trump no logró lo que quiso, China reaccionó recíprocamente e incluso se atrevió a medidas para limitar exportaciones de minerales de tierras raras. O fenómenos como el cambio climático que producen la migración de masas demográficas en Asia, África y América Latina: hay 122 millones de desplazados en el mundo[5]. Algo similar ocurre en el Medio Oriente. El 22 de julio hubo reunión trilateral entre China, Rusia e Irán, previo a reunión de la Troika europea (Fr, Germany y UK) -excluidos de las conversaciones bilaterales entre EE. UU. e Irán- en materia de negociaciones por el tema nuclear[6].
No hay nada escrito sobre las nuevas reglas del juego de las naciones. Por ejemplo, en el campo financiero. Aun es muy difícil encontrar una moneda que reemplace el dólar, por la búsqueda de liquidez, economía de escala, mercados abiertos y confiabilidad institucional. El euro y el yuan permitirán una progresiva diversificación, pero no un reemplazo aun cuando le pueden hacer daño a la economía norteamericana. El oro y el petróleo son commodities y no son monedas, mientras las cripto monedas son aún muy volátiles. En un mundo multipolar tan desordenado, el dólar aun ofrece algunas garantías, pero estas no son inmutables. En definitiva, el viejo orden debe dar pie a un sistema más claro y preciso para hacer frente a las crecientes anarquías y asimetrías que muestra el mundo del siglo XXI. Ello requiere necesariamente, la renuncia de varios de los privilegios que aún mantienen los países del Norte desarrollado. Se deberá tomar en cuenta la forma como se distribuye e implementa el poder en el mundo. Aunque a primera vista pareciera que el ejercicio del poder por Trump es omnímodo, lo cierto es que sus decisiones son objeto de revisión, contradicción y cambio en los distintos niveles de decisión.
[1] BENNER Thorsten (2019), “What´s left of Multilateralism. Putting Six Hypotheses to the Test”, Global Public Policy Institute, International Politik.
[2] https://www.crisisgroup.org/united-states/united-states/trump-trying-remake-united-nations?utm_source=mailchimp&utm_medium=email
[3] https://www.crisisgroup.org/global/twilight-international-peacemaking-institutions?utm_source=mailchimp&utm_medium=email
[4] https://timesofindia.indiatimes.com/business/india-business/highest-in-two-years-india-increases-oil-imports-from-russia-us-amidst-iran-israel-war-why-its-about-strategic-positioning-not-panic/articleshow/122004564.cms
[5] https://apnews.com/article/unhcr-refugees-sudan-ukraine-syria-displaced-ac5a0784474d6ce340a5ba605ee3edce?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_term=2025-08-02&utm_campaign=+Israel+Iran+conflict+leaves+global+economy+precarious+Denmark+approves+US+military+bases+Mind-reading+AI+model
[6] https://popularresistance.org/iran-confronts-europes-trigger-mechanism-with-eurasian-allies-at-its-side/
2 respuestas
Ricardo, gracias por compartir tu artículo. Un par de comentarios. El cambio global de la unipolaridad a la multipolaridad esta en sus comienzos. Los países hegemónicos que lideran la contiendan del cambio geopolítico aún está en transito, por lo que es muy prematuro hablar de una nueva arquitectura internacional, lo cierto es que la existente ya no sirve, basta con observar el papel de la ONU en el genocidio que Israel perpetra en Gaza. De otro, al hablar de multilateralidad hay que incorporar al BRICS como nuevo protagonista en el escenario mundial, y quizá sea este espacio sea una posibilidad en que el Perú recupere su rol en el concierto global. Recordemos que el Perú solo en los dos últimos siglos ha perdido su rol protagónico, pero que son 200 años frente a los 5000 en los que construyó una de las cunas civilizatorias de la humanidad y que a pesar del colonialismo sostuvo con su riqueza la del mundo entero.
Muchas gracias por tu comentario Maritza, muy acertados y corespondientes