Seguridad Humana y Defensa Integral

Resultados de la 59 Conferencia de Seguridad de Munich (17/19 de febrero 2023), no se han dejado notar aún, tratándose del mayor cónclave de expertos internacionales y funcionarios en materia de seguridad. La OTAN queda como el único mecanismo que se ha visto robustecido. Estamos frente a un nuevo concepto estratégico de la OTAN, considera a Rusia como amenaza más directa[1], revive los temores de la vieja “Guerra Fría”; la reciente incorporación de Finlandia a la OTAN, nuevo escenario en el Báltico. Sin embargo, se pone en duda el carácter defensivo de la alianza, mediante el análisis de lo ocurrido en Ucrania desde el 2014.

Frente al escaso interés por lo que ocurre en otras regiones, como América Latina, es necesario identificar y visibilizar esas distintas realidades y sus repercusiones:  la situación de inseguridad, conflictividad y criminalidad en la región, destrucción de Amazonía, conflictos con Pueblos Originarios, aparición de nuevos populismos sin norte ideológico.

En el escenario mundial actual, aparecen nuevos instrumentos para ejercer presión y amenazas: pasamos de los conflictos de baja intensidad de la década de los 80, a las proxy wars”, guerras híbridas que tienen diversas manifestaciones; debemos hacer un cronograma y tipología de como se ha conformado el lawfare en América Latina: Paraguay, Honduras, Bolivia, Ecuador, Brasil, Perú, cada uno de ellos con sus particularidades.

Se ponen en entredicho los acuerdos y obligaciones de Tratados de Reducción de armas nucleares. Análisis de viejas y nuevas amenazas; Criminalidad, terrorismo; Situación regional/hemisférica se producen nuevas alianzas como Aukus y Quad en Asia; ranking de conflictos; Franca paralización o hasta retroceso del dispositivo de EEUU en el hemisferio occidental. Defensa definida por un software[2], los retos del uso de la inteligencia artificial con fines estratégicos: la UE ha planteado la necesidad de regular el ChatGPT[3]. Surge el problema de distinto orden que pueda generar su aplicación (políticos, jurídicos, económicos y éticos).

Relaciones con las FF.AA. Desde nuestra independencia, pero sobre todo en la evolución de nuestros países como sistemas civilizados (siglo XIX y XX), las FF. AA han ocupado un rol, no siempre secundario. Ahora, en un nuevo escenario, gran parte de las Fuerzas Armadas latinoamericanas siguen respondiendo a la doctrina, amenazas y presupuestos que provienen desde el Comando Sur de EE. UU y ello les resta capacidad y autonomía. 

En la mayoría de países de la región, no se han resuelto aun las viejas relaciones entre poder político y el estamento militar, como se ha percibido en varios países de la región: siendo el Brasil de Lula el caso más saltante. Sucede en el Cono Sur y en la región andina, donde permanecen ciertos cotos cerrados sobre control civil, uso de la seguridad nacional, la disponibilidad de fondos, y en últimas, la intervención política descarada como ocurrió en el caso de Bolivia y Perú. Se produce también una reducción de los espacios de participación política, del pensamiento del otro.

Seguridad y Militarización. La criminalidad organizada es capaz de enturbiar las relaciones de países como sucede en el caso de EE. UU y México, por el problema del trasiego de fentanilo que ha ocasionado una pandemia de salud pública en comunidades de EE. UU; el gobierno mexicano, por su parte, critica el tráfico de armas desde EE. UU hacia su país, promoviendo la violencia de parte de las organizaciones criminales. Los sectores más conservadores de los Republicanos piden mano dura con relación a este país.

Tales tensiones se perciben -particularmente en los países de América Central- múltiples tensiones entre la creciente (in) seguridad, aumento de diversas formas de criminalidad y la amplitud de la brecha que se vive, entre democracia formal y el reducido goce de los derechos (caso El Salvador). Hay que hacer un análisis duro sobre los contenidos y límites de las políticas de “mano dura” que son pregonadas como una solución.

Los resultados del Foro Mundial de DDHH en Buenos Aires expresan los límites del sistema no vinculante: a pesar de abordar 26 ejes todos muy innovadores (movilidad, derechos digitales, indígenas, etc) convertirse en el espacio global del activismo con la presencia de 21,000 participantes, no se logra concertar con el Estado en abstracto; los resultados de la Segunda Cumbre de las Democracias en Washington, no parecen tener efecto sobre las distorsiones de los sistemas políticos latinoamericanos. Debates domésticos sobre temas sensibles, el aborto, el uso de armas de fuego y sus consecuencias: 1 de cada 5 adultos en América del Norte han sido muertos por uso de armas[4], los derechos de la población LGBT, para citar los ejemplos más visibles


[1] https://www.abc.es/internacional/abci-estos-puntos-clave-nuevo-concepto-estrategico-otan-202206291706_noticia.html

[2] https://www.iiss.org/blogs/research-paper/2023/02/software-defined-defence

[3] https://www.abc.es/tecnologia/informatica/soluciones/union-europea-anuncia-intencion-regular-chatgpt-resto-20230417140518-nt.html

[4] https://www.kff.org/other/poll-finding/americans-experiences-with-gun-related-violence-injuries-and-deaths/ 

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