Vicente Otta, agosto 2024
El fin del hegemonismo unipolar yanki y la emergencia del Mundo Multipolar
Toda transformación que pone patas arriba el orden existente, implica violencia, guerra.
Lo dice la historia, 1914, 1939, la primera y segunda guerra mundial. Los que tienen el poder no aceptan así por así que pase a otras manos. Desde la noche de los tiempos
Nuevo reparto del mundo que le dicen.
El colapso de la URSS en 1989 alteró el sistema bipolar establecido en 1945 finalizada la II Guerra Mundial. El bloque soviético que se erigió como campo socialista y muro de contención al capitalismo impulsado por el liderazgo anglosajón, llega a su fin.
No es casualidad que apenas producido el derrumbe del Muro de Berlín y todo lo que había tras él, se instaura el Consenso de Washington-19190- y el capitalismo en su versión más despiadada y salvaje, el neoliberalismo, se expande a nivel mundial de manera incontenible y brutal.
Se establece el orden unipolar con EE. UU como fuerza única e indiscutible. De entonces a esta parte el papel de gendarme que realiza el imperio del norte es planetario, su incursión armada se produce en todos los confines del mundo a voluntad.
Entre 1990 y 2015 aparece como una fuerza arrolladora. Derroca a Noriega en Panamá, invade Afganistán, fabrica la primavera árabe, invade y destruye Irak y Libia, derroca al gobierno de Yanukovich en Ucrania, orquestando el Maidan, etc.
Edifica el sistema mundo neoliberal a combo y patada. Instaura el neoliberalismo sobre los escombros de países enteros y cientos de miles de muertos
Siria y Ucrania punto de inflexión
El poder omnímodo de EE. UU empieza a resquebrajarse el 2016 cuando Rusia interviene militarmente en apoyo al presidente sirio, Bashar al-Assad, contiene la primavera árabe de instigación USA y se mantiene el régimen sirio y se inicia la estabilización relativa de medio oriente.
En estos casi 34 años transcurridos desde el colapso soviético se produce la reorganización de Rusia y su comunidad Federativa, reactiva su aparato económico, poder político y militar. Es en este contexto que realiza la incursión en Ucrania ante la amenaza mortal que supone la instalación de armas nucleares en su frontera.
La conversión de la OTAN en un aparato político-militar que ha multiplicado su poderío y capacidad bélica, en buena medida incorporando de modo arbitrario a los países del disuelto Pacto de Varsovia, la alianza patrocinada por la URSS después de la II Guerra Mundial.
Desconociendo los compromisos con Gorbachov cuando se disuelve la URSS, de que no iban a incorporar a los países del Pacto de Varsovia a la OTAN, a partir de 1991 ésta pasa de 12 miembros a 32 en la actualidad, de ellos 14 son Ex. Aliados URSS.
Amagar al oeste y golpear al este
El florido y rico lenguaje que expresaba el poeta, estadista y filosofo chino, conocido como el Gran Timonel, es aplicable a la actual situación geopolítica y militar.
EE. UU y la OTAN amagan querer destruir a Rusia, pero en realidad apuntan al dragón chino, que es el verdadero peligro para el actual gendarme mundial.
China tiene ya el mayor PBI del planeta, y lidera la inversión en tecnología, (casi el 50% de la inversión mundial) y lleva la delantera en 27 de las 35 áreas de tecnología en disputa. Tiene clara ventaja en 6 G, computación cuántica, cohetes hipersónicos y va a la par en Inteligencia Artificial.
Si el siglo XXI es el siglo de la revolución tecnológica quien tiene su liderazgo será inevitablemente la fuerza dominante. Es lo que China en alianza estratégica con los países del denominado bloque BRICS, empieza a asumir. Hay que tener presente que los BRICS (Brasil, India, China, Rusia, Sudáfrica, y cuatro países incorporados) tienen más del 50% del PBI y de la población mundial.
La lógica geopolítica del imperio ha sido la de acelerar la confrontación político-militar con China pues cada día que pasa el gigante asiático y el bloque BRICS se expanden y afianzan su poder.
EE. UU está en una grave encrucijada, no puede perder tiempo tampoco ceder espacio. El 2025 aparece como una fecha clave pues este año Taiwán debe reincorporarse a China continental, que retorne a la patria es una decisión categórica. No hay postergación ni marcha atrás.
Solo una guerra podría alterar esta decisión, de ahí la necesidad USA de destruir a Rusia para aislar al dragón asiático. Como podemos constatar esto no será posible.
Ucrania- Gaza-Venezuela, circuito de la guerra planetaria en curso
El alineamiento de los contendientes: EE. UU-OTAN por el lado del hegemonismo anglosajón, y Rusia, China, Irán, por el bando multilateral configuran las fuerzas en pugna. Están presentes en los actuales conflictos bélicos, y en la intensa disputa por los resultados electorales en Venezuela.
La aparatosa y agresiva campaña USA, sus medios de comunicación y sus corifeos y títeres de todo el mundo, han pretendido deslegitimar el triunfo del presidente Maduro.
Orquestaron un gigantesco circo desde meses antes del 28 de julio, día de las elecciones. Estimularon una enorme expectativa triunfalista sabiendo que no iban a ganar, para cuando el resultado adverso se produjese tener caldo de cultivo para acusar de fraude e intentar deslegitimar el triunfo inobjetable del chavismo.
En este contexto de acciones bélicas en varias latitudes del planeta, de guerra abierta, reducir el conflicto en Venezuela a lo que dice CNN y los voceros del imperio o algunos lideres progresistas, es de una ingenuidad conmovedora por decirlo piadosamente.
La dura realidad es que hay no poca gente de izquierda y progre que se ha tragado las ruedas de molino de la democracia neoliberal, que reduce el concepto de democracia a procedimientos y reglas carentes de justicia social y verdadera libertad, que siempre fueron sustento indesligable de la democracia autentica.
Los yankis y la CIA-CNN levantan el dedo apuntando al sol y esta gente mira el dedo y no mira el sol.
Pretenden dar lecciones de democracia, de transparencia electoral, se desgañitan dando alaridos contra los resultados de las elecciones venezolanas, sin ninguna prueba de fraude o irregularidad. Solo porque lo dicen personajes siniestros y antipatrias como Corina Machado o Eduardo Gonzales, comprobado asesino de civiles y religiosos en El Salvador en los ochenta, integrando escuadrones de la muerte de la CIA.
Porque lo dice CNN o el Centro Carter, convertidos en poseedores de la verdad incuestionable. A ese nivel de cretinismo político han llegado.
La lucha del pueblo venezolano, su enorme sacrificio se mantiene firme en el legado de su comandante y porque tienen la convicción de formar parte de una corriente mundial que lucha por la construcción de un mundo mejor. De un mundo de armonía entre los hombres y mujeres de buena voluntad y de armonía entre la sociedad humana y el medio ambiente
¡Otro mundo es posible, construyámoslo!
